Para hablar de la verdadera adicción a la que están, gustosamente, por cierto, sometidos los políticos del reino del borbón corrupto, retrocederé en la línea del tiempo hasta detenerme en la época de la publicación de Los tres mosqueteros y buscar similitudes con el presente. No se trata de que entre la pléyade de políticos corruptos que manejan los hilos de nuestra realidad puedan distinguirse tres mosqueteros –me temo que ni tan solo uno- sino que la obra de Dumas, para empezar, se publicó en folletines, impresos en el diario Le Siècle. Un folletín continuo, con capítulos a cuál más recortado, reformado o, sencillamente, privatizado, es lo que los políticos, todos, escriben con plumas Montblanc, modelo sin-ética, y nos comunican en sus apariciones esporádicas y marianas (expresión que ya se asocia a la visión de un político, normalmente con mucho por dictar y poco que explicar, tras una pantalla de plasma celestial que le ayuda a permanecer en el limbo donde reside, por encima del bien y del mal). La segunda similitud hace referencia al espacio temporal en el que fue escrita la novela, época en la que los políticos recibían, como maquiavélico halago, de ser llamados con el tratamiento que se le daba a los cardenales, su eminencia gris. La expresión denotaba del político su astucia, su capacidad para manipular y su habilidad para urdir movimientos y tramas. Aparece en la novela de Dumas para hacer referencia al Padre Joseph de París, personaje relacionado con el cardenal Richelieu.
Hoy el gris, tirando a negro y sin eminencias, es el monocromo paisaje que construyen aquellos que ganaron los votos con cánticos que olvidaron bien pronto y que desde hace mucho ni siquiera tararean. De Richelieu se dice que sintió una pasión enfermiza por la literatura, tan desmesurada que chantajeó a Dumas para convertirse en la figura literaria retratada por el escritor. Sin embargo, el cardenal tenía otra pasión, secreta y más intensa, una verdadera adicción a los gatos, cosa curiosa, o quizás más que lógica, para un hombre de iglesia, dado que esos felinos domésticos eran el símbolo con el que se relacionaban las prácticas de brujería. A los casi veinte gatos que llegó a poseer, legó, a su muerte, una casa, la asignación de dos cuidadores y una suma de dinero considerable.
Adicciones, pasiones secretas y dinero, denominador común con los politicuchos que nos gobiernan-fascistean. Estos, los grises sin eminencia, guardan en secreto su verdadera adicción, el dinero fácil y las prácticas amorales y especuladoras que lo garantizan, que ha sustituido a la tradicional adicción, el hambre de poder. Ahora, el poder, ente abstracto que no llena el bolsillo ni las cuentas suizas, ha pasado a un segundo plano. La verdadera obsesión, lo que les hace tener mono y llevar mal el síndrome de abstinencia es algo más americano y moderno: jugar a la bolsa y, literalmente, embolsarse cantidades de vértigo, que al unirse a los sobre-sueldos, dietas para no vivir-dormir en la calle, gastos de representación y etecés.
No le dan mucha difusión, ¿para qué?, pero un tanto por ciento elevadísimo de diputados del congreso, entre bostezo y bostezo, entre representaciones de sainetes teatrales, en los que fingen no estar de acuerdo los unos con los otros antes de pactar para el “gana la banca”, hace pinitos como bróker, desde hace mucho, y sus noeminencias grises juegan a la oca del Wall Street, Spanish style. Lean las cifras de juego y los beneficios ( los que por el momento se conocen):
En total, sus señorías grises sin eminencia, han invertido unos 6.360.000 de euros, supuestamente de sus (¿nuestros?) ahorros, sin aprovecharse (¿no?) de su cargo, sus redes de amistades (curiosamente relacionadas con el mundo empresarial, de la banca y la bolsa) ni de la información privilegiada que obtienen, mucho antes que el bróker aficionadillo, de las empresas que cotizan.
Y, para rematar, leamos otras cifras… (comparemos las cifras y tengamos en cuenta que las mentes preclaras del gobierno, ideantes de la kafkiana y fascista reforma de la administración pública, argumentan que en los tres años posteriores a su aplicación se obtendrá un ahorro (?) de unos 6.000 millones de euros…lo que no han especificado es sí el AHORRO se destinara a sobresueldear a los superhéroes reformistas!)
La corrupción de los políticos, que se sepa y hasta la fecha, nos ha costado 6.840 MILLONES DE EUROS:
Caso Afinsa y Fórum Filatélico.- 4.400 millones de euros.
Trama de los ERE.- 900 millones.
Nueva Rumasa.- 500 millones.
Trama Gürtel.- 201 millones.
Caso Palma Arena.- 110 millones.
Caso Forcem.- 100 millones.
Gescartera.- 88 millones.
Casos Pretoria, 42 millones, y Caso Millet, 35 millones.
Caso Bárcenas.- 22 millones (por ahora)
Caso de las ITV.- 10 millones.
Caso Malaya.- 10 millones.
Caso Noós.- 8,2 millones (por ahora).
Caso Cooperación.- 22 millones.
Caso Pallerols.- 5, 5 millones.
NO COMMENT.
Leélo junto a otros artículos en EL MERCURIO DIGITAL, HACIENDO PATRIA, VILAWEB, LA CEBOLLA, LÍNEA 36, DIARIO OCTUBRE, WASALIVE, TODO TITULARES, KAOS EN LA RED, ASTURBULLA, LA HAINE, LUZ DE LEVANTE, LO QUE SOMOS.COM, UNIVERSIDAD ALEX PIMENTEL., CNT PUERTOREAL, UNIDAD CÍVICA POR LA REPÚBLICA,
Reblogueó esto en HACIENDO PATRIAy comentado:
Yo me pregunto cuál será realmente la profesión más vieja del mundo, porque desde que comenzamos a leerla nos encontramos que la corrupción existe igual que la prostitución, es más, aunque tratan de ocultarlo la una siempre acompaña a la otra.
Menos mal que en nuestra AMADA Venezuela ya empezamos una guerra frontal contra la corrupción.
Te lo retuiteo, muy bueno
Eso, sin contar las feroces mordidas propinadas merced a aeropuertos fantasmas, serpientes de alta velocidad y demás erecciones faraónicas (como el mega-invernadero valenciano). ¡Cuerpo a tierra que vienen los nuestros!, muy patriotas ellos.